Desde la coordinación de Defensa Civil se recomienda la revisión de estufas y sistemas de calefacción para comprobar el buen funcionamiento, consultando a un profesional calificado y autorizado.
Se debe tener en cuenta que tanto los braseros, como las cocinas, los calefones y las estufas pueden liberar monóxido de carbono -gas imperceptible-, cuando presentan fallas en sus mecanismos o por la ausencia de ventilación adecuada.
La exposición al monóxido, incluso por un período breve, produce intoxicación. Unas pocas partículas son suficientes para alterar el funcionamiento del sistema nervioso y pueden provocar desde cambios de humor y cefaleas permanentes hasta lesiones neurológicas irreversibles.
El efecto nocivo y la gravedad del cuadro dependen de la concentración de las emanaciones en el aire, del tiempo de exposición-inhalación y de las condiciones de cada individuo, como la edad, estatura, peso, sexo y el estado general de salud.
Por ello, se aconseja:
Recomendaciones ante una intoxicación: