Por primera vez en más de medio siglo, la NASA volverá a enviar astronautas alrededor de la Luna. Y, por primera vez también, la Argentina formará parte de esa travesía con un satélite propio. Se trata de ATENEA, un nanosatélite de origen nacional que fue incluido oficialmente como carga útil de la misión Artemis II, programada para abril de 2026.
La noticia fue confirmada en el marco del 34° aniversario de la CONAE, con la firma de un acuerdo entre el organismo argentino y la agencia espacial estadounidense. De esta manera, nuestro país se suma al grupo de socios internacionales que colaboran en el regreso humano al espacio profundo, junto a agencias de Alemania, Corea del Sur y Arabia Saudita.
ATENEA es un satélite tipo CubeSat de clase 12U (aproximadamente 30 x 20 x 20 cm), desarrollado en conjunto por la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) y diversas instituciones científicas argentinas: la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), la Facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA), el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la empresa estatal VENG S.A.
Uno de los aportes más destacados de la UNSAM fue la posibilidad de realizar pruebas en condiciones reales de vuelo gracias a su infraestructura propia de simulación aeroespacial. Se utilizaron dos equipos clave:
Mesa vibratoria (Shaker): instalada en el Laboratorio de Integración Nanoelectrónica, simula las sacudidas del lanzamiento. Adquirida en 2023 mediante el programa Equipar Ciencia, puede probar componentes de hasta 500 kg.
Cámara de termo vacío: permite recrear el ambiente extremo del espacio. Apta para ensayar satélites de hasta 12U, fue diseñada específicamente para misiones de esta escala.
El nombre ATENEA no es casual: la diosa griega representa la sabiduría y la estrategia. Según la CONAE, la elección simboliza el enfoque del proyecto, basado en el conocimiento, la cooperación interinstitucional y la planificación a largo plazo.
"Esta misión es un hito para nuestro país por dos motivos: poder formar parte de una misión tripulada a la Luna y trabajar en conjunto con otras universidades nacionales bajo la coordinación de la CONAE", explicó Gabriel Sanca, investigador de la UNSAM y director de la carrera de Ingeniería Electrónica.
La misión Artemis I fue lanzada en 2022 como ensayo general sin tripulación. Tras orbitar la Luna durante 25 días, el sistema SLS-Orion fue validado con éxito. Ahora, Artemis II replicará el trayecto pero con astronautas a bordo: será el primer vuelo tripulado alrededor del satélite natural desde 1972.
Los CubeSats, como ATENEA, serán desplegados antes del paso cercano a la Luna. Y su desempeño será clave para definir tecnologías a utilizar en futuras misiones tripuladas, incluido el alunizaje que prevé la NASA para Artemis III.
Desde la UNSAM subrayaron que este logro no es un hecho aislado, sino el resultado de una política científica sostenida, de carácter público y cooperativo, que permitió a la Argentina sostener capacidades de alta complejidad aún en contextos adversos.
"Que nuestras investigadoras e investigadores estén presentes en una misión lunar no solo es un orgullo: es una muestra concreta de lo que puede lograr la universidad pública cuando trabaja en red", destacaron desde la institución.